La poliomielitis, comúnmente denominada Polio, es una enfermedad altamente infecciosa ocasionada por un virus, que afecta el sistema nervioso, transmitida a través del contacto directo con una persona infectada, o por medio de secreciones respiratorias o heces, generalmente mediante el consumo de agua o alimentos contaminados.
Por lo general, los principales afectados suelen ser niños, de edades entre los 4 y 15 años, llegando a afectar los nervios de la medula espinal o del tronco cerebral. Dicha enfermedad se suele presentar mediante 3 patrones: Poliomielitis abortiva, con síntomas similares a la gripa, Poliomielitis no paralítica, la cual presenta síntomas temporales más fuertes, tales como dolor intenso en cuello, tronco y piernas, disminución de reflejos y problemas urinarios, y la Poliomielitis paralítica, la variante más grave, la cual incluye síntomas de las patologías anteriores, incluyendo espasmos y debilidades musculares, problemas para respirar y dolor intenso.
En casos extremos, esta enfermedad puede causar serias complicaciones como parálisis permanente, deformaciones en los huesos y articulaciones, shock, e incluso la muerte. Por tal razón, los esfuerzos de los organismos alrededor del mundo se destinaron a su erradicación mediante campañas de vacunación. Sin embargo, como explica la Jefe de enfermería y vacunadora de la E.S.E. Hospital San Juan de Dios de Pamplona, Andrea Milena Maldonado Gamboa, existen zonas alrededor del mundo, principalmente en territorios de África, Oriente Medio y Asia, en las cuales el virus de la polio se sigue diseminando y creando nuevas cepas de infección.
“Existe un riesgo latente entre la población viajera, ya que pueden recibir y trasladar este virus al entrar en contacto con población infectada en sus procesos de turismo, trabajo o estudio. Además, como riesgo adicional, esta enfermedad en muchos casos es asintomática y su detección puede ser difícil de controlar. Por tal razón se realizó el cambio de la aplicación anterior, de una vacuna viva a una vacuna inactiva (La cual utiliza una versión muerta del germen) aplicada por vía inyectable, siendo más efectiva–Explicó la jefe Andrea Maldonado.
Igualmente, ella hace una invitación a seguir participando en la aplicación total del esquema de vacunación de Colombia, en la cual la Polio se encuentra contemplada bajo la aplicación de 3 dosis (2, 4 y 6 meses) y dos refuerzos (18 meses y 5 años) respectivamente. “La vacunación es la ÚNICA forma de prevención para esta enfermedad que aún continua latente en el mundo. Sigue las recomendaciones y asiste de manera gratuita a la aplicación intramural de la E.S.E. Hospital San Juan de Dios de Pamplona, o forma parte de las jornadas de vacunación extramural realizadas por la institución en los diferentes municipios que cubre la IPS. Todos nos unimos contra la prevención de la poliomielitis” – concluyó.